Dice ser el relato de un gran fracaso. La historia de un mundo que acaba y otro que no llega a nacer, poblada de personajes con vidas derrotadas. La novela se sitúa en Cádiz, de 1811 que según dice era la ciudad más liberal de Europa.
En ese tiempo se preparaba una Constitución… que históricamente vivía una etapa importante॥ La novela la sitúa en Cádiz por haber sido el ejemplo de la España que pudo ser y no fue। Donde la aristocracia no era de nobles, ni siquiera de dinero, sino de comerciantes, una aristocracia moderna, comparable a la Inglaterra o ha Holanda de entonces, y con una clase dirigente abierta, liberal, que viajaba , que hablaba idiomas, donde la religión no era u elemento determinante, donde la política estaba supeditada a la economía, y no al revés।
Nos añade que España es un país históricamente enfermo। Que se ve muy bien en cuanto se escarba un poco en la historia y llega hasta nuestros días.
Sigue diciendo que nos estamos cargando la democracia, en cuanto se empieza a perfilar una España distinta, esa España que empieza a ser posible, la destruyen los mismos españoles: la arrogancia de unos y el fanatismo de los otros।
En Cádiz según las actas de los debates sobre la constitución se ve cómo se odiaban unos a otros, como se puteaban, cómo usaban la Prensa cómo arma arrojadiza… cómo ese esquema dialectito, terrible y destructivo, se va reproduciendo en el siglo XIX, XX Y XXI। El oportunismo político ya se da en la Constitución de Cádiz. Es desolador ver cómo el español repite los errores, cómo se carga lo que se ponga delante.
Lo más duro llega cuando dice: No es que le duela España, es que le indigna su incultura, su falta de espíritu crítico। Se revuelve porque, dice, un país inculto no tiene mecanismos de defensa, y “España es un país gozosamente inculto”.
Es increíble lo que sigue diciendo y lo bien dicho, dios, tenéis que leerlo todo.
Quiere que alguien culto le diga que el 36 se explica con Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y el conservadurismo del XIX…। Porque el español es históricamente un hijo de puta. Se reafirma, sí, el español es históricamente un hijo de puta, pero para comprenderlo, para quererlo, con lo bueno y lo malo, ahí esta también su generosidad, su capacidad de olvidar y de perdonar, de empezar de nuevo.
Le parece muy bien la Ley de la Memoria Histórica, pero necesita tener una letra pequeña, un apéndice que la contextualice॥ । Él es de Cartagena, que era zona roja, hubo de todo, hubo represión brutal de los milicianos y represión brutal de los falangistas. Le contaron las dos represiones, y que por eso, hablar de unos buenos y otros malos a estas alturas…
Cualquiera que haya leído la historia de España sabe que aquí todos hemos sido igual de hijos de puta। TODOS.
Sigue diciendo mucho más, y ninguna de sus palabras tiene desperdicio, todos incluyendo la clase política deberían leerlo, me refiero a la entrevista y luego su libro.
Ole, por Arturo Pérez-Reverte.