El Águila remonta el vuelo...

"Si la razón hace al hombre, el sentimiento le conduce"






viernes, 18 de mayo de 2012

La disciplina


Una persona disciplinada es la que desea aprender desde su elección y voluntad, y persevera en esta tarea.
Las situaciones difíciles de nuestras vidas ponen a prueba nuestros recursos, y desafían todas nuestras inteligencias, pero, al final, acaban templando nuestro espíritu, entrenando  nuestras habilidades y capacitándonos para transmitir lo que hemos aprendido.
No es lo mismo deber y esfuerzo que orden y disciplina. Prefiero la disciplina de aprender las mejores vías para ser mejor persona, que el esfuerzo de tratar de  hacer de mi lo que no soy. Disciplinado es aquel que quiere aprender, desde su elección y voluntad y que se dedica a ello. La disciplina se convierte en una poderosa herramienta a nuestro servicio que puede darnos acceso ilimitado a una forma de actuar ordenada y perseverante, que nos ayudará a conseguir algún fin. La disciplina nos organiza, nos permite ser más concretos, prolijos y eficaces.
Los niños captan perfectamente las reglas que se han de cumplir si sus padres o educadores las cumplen también. Como en todo, se aprende más del ejemplo que de los discursos. La rebeldía adolescente es muchas veces el intento de forzar al mundo a “que haga lo que quiero”, del mismo modo que se quiso forzar al niño a hacer lo que los demás querían, en lugar de enseñarle y mostrarle las ventajas de sincronizarse con los acuerdos tácitos, el respeto a los derechos ajenos y los hábitos generados por la vida en común.
El secreto de la disciplina bien entendida está en el descubrimiento de las ventajas de una conducta más ordenada, y no en la resignación de someterse por temor a los caprichos de quien detenta el poder.
Ordenar significa ubicar cada cosa en su lugar, y ser capaz de decidir que el lugar adecuado de algo puede estar fuera de nuestra casa, fuera de nuestra vida o fuera de nuestras prioridades, aunque sea para poder cuidar mejor lo    que nos interesa. Debemos priorizar, valorar lo imprescindible y lo importante, para después planificar nuestras acciones y actuar disciplinadamente en lo cotidiano.
En momentos de confusión hay que detenerse y ordenar las ideas, repensar las metas y repasar nuestras aspiraciones. El orden permite encontrar el tesoro del equilibrio, indispensable para tomar las mejores decisiones. Y una vez que nos hemos decidido, hace falta ser congruentes y disciplinados para actuar en consecuencia en nuestra vida de todos los días.

domingo, 25 de marzo de 2012

IDENTIFICADO CON LAS VÍCTIMAS

Ni el poder de Roma ni las autoridades del Templo pudieron soportar la novedad de Jesús. Su manera de entender y de vivir a Dios era peligrosa. No defendía el imperio de Tiberio, llamaba a todos a buscar el reino de Dios y su justicia. No le importaba romper la ley del sábado ni las tradiciones religiosas, solo le preocupaba aliviar el sufrimiento de las gentes enfermas y desnutridas de Galilea.

No se lo perdonaron. Se identificaba demasiado con las víctimas inocentes del imperio y con los olvidados por la religión del templo. Ejecutado sin piedad en una cruz, en él se nos revela ahora Dios, identificado para siempre con todas las víctimas inocentes de la historia. Al grito de todos ellos se une ahora el grito de dolor del mismo Dios.

En ese rostro desfigurado del Crucificado se nos revela un Dios sorprendente, que rompe nuestras imágenes convencionales de Dios y pone en cuestión toda práctica religiosa que pretenda dar culto a Dios olvidando el drama de un mundo donde se sigue crucificando a los más débiles e indefensos.

Si Dios ha muerto identificado con las víctimas, su crucifixión se convierte en un desafío inquietante para los seguidores de Jesús. No podemos separar a Dios del sufrimiento de los inocentes. No podemos adorar al Crucificado y vivir de espaldas al sufrimiento de tantos seres humanos destruidos por el hambre, las guerras o la miseria.

Dios nos sigue interpelando desde los crucificados de nuestros días. No nos está permitido seguir viviendo como espectadores de ese sufrimiento inmenso alimentando una ingenua ilusión de inocencia. Nos hemos de rebelar contra esa cultura del olvido, que nos permite aislarnos de los crucificados desplazando el sufrimiento injusto que hay en el mundo hacia una "lejanía" donde desaparece todo clamor, gemido o llanto.

No nos podemos encerrar en nuestra "sociedad del bienestar", ignorando a esa otra "sociedad del malestar" en la que millones de seres humanos nacen solo para extinguirse a los pocos años de una vida que solo ha sido muerte. No es humano ni cristiano instalarnos en la seguridad olvidando a quienes solo conocen una vida insegura y amenazada.

Cuando los cristianos levantamos nuestros ojos hasta el rostro del Crucificado, contemplamos el amor insondable de Dios, entregado hasta la muerte por nuestra salvación. Si lo miramos más detenidamente, pronto descubrimos en ese rostro el de tantos otros crucificados que, lejos o cerca de nosotros, están reclamando nuestro amor solidario y compasivo.

José Antonio Pagola

sábado, 28 de enero de 2012

Para Interiorizar

ÁGUILA: Para Interiorizar: “Yo no creo en la violencia, no creo en el odio, no creo en las rebeliones armadas. Se producen muy de prisa: sin tener tiempo de cambiar la...

Para Interiorizar

“Yo no creo en la violencia, no creo en el odio, no creo en las rebeliones armadas. Se producen muy de prisa: sin tener tiempo de cambiar la mentnalidad”

Helder Cámara

Antonio Gaudí

“La creación prosigue incesantemente a través del hombre. Pero, el hombre no crea, descubre el color que buscan las leyes de la naturaleza para bajar su ser de la nueva obra son colaboraciones del creador. Quién copia no colabora, porque, la originalidad consiste en retornar a los origines.”

“Cuando las formas son más perfectas, exigen menos adornos”

“La imitación de los estilos implica necesariamente una decoración superflua, los estilos simples, al contrario, tienen una buena estructura”.

“La elegancia es hermana de la pobreza, pero no se debe confundir la pobreza con la miseria.”

“La cualidad ideal del la obra de arte es la armonía, que en el arte plástica nace de la luz que decora y da relieve. La arquitectura es la disposición de la luz”

  1. Gaudí

Parque Guel

Parque Guel
El parque Güel, fue construido con la idea de realizar una urbanización de casas de familia destinada a la clase media de la época. El proyecto no tuvo éxito y hoy es el parque municipal. En la foto, la entrada principal. (Barcelona)


Uno de los pabellones de entrada al parque Güel destinado a la administración. En éste se conjugan los elementos básicos que Gaudí escogió para la construcción del parque.

Varias imágenes de las entradas elevadas que recorren el parque. Decoración vegetal e mineral, integración de la naturaleza en una ciudad jardín, el gran propósito de Antonio Gaudí.

Pabellón de entrada al parque Güel y cumbre de las dobles cruces gaudianas.