El Águila remonta el vuelo...
"Si la razón hace al hombre, el sentimiento le conduce"
jueves, 4 de enero de 2018
ÁGUILA: Llevar a Inka al Veterinario
ÁGUILA: Llevar a Inka al Veterinario: Llevar a Inka al veterinario no era, ni es nada fácil. Recuerdo la primera vez, aún era pequeña, tenían que desparasitarla y hacerle una ...
Llevar a Inka al Veterinario
Llevar a Inka al
veterinario no era, ni es nada fácil. Recuerdo la primera vez, aún era pequeña,
tenían que desparasitarla y hacerle una
revisión. Inka cuando vio al veterinario se puso a temblar y a bufar, empezaba
bajito e iba aumentando la intensidad, al verla de este modo el
veterinario dijo que la trajera más
adelante.
Después de la caída, la
carita de Inka estaba muy desmejorada, me di cuenta que la lesión de la patita
era el motivo de su malestar. Tenía que llevarla al veterinario, algo que
siempre me costaba hacer, las causas muchas; la primera era la propia Inka y
luego el veterinario y sus ayudantes le tenían miedo y por ese motivo no la
trataban bien.
Cuando íbamos para las
vacunas, la metía en un trasportín, hay que cogerla de las patas delanteras y
traseras, como no lo hiciera así, ella se aferraba con sus patas al trasportín
y no había forma de introducirla. En la consulta del veterinario, la espera ya
se hacía difícil, Inka en el trasportín estaba tranquila, más al ver a otro
animal: perro o gato temblaba y bufaba, así que la ponía con la cara a la pared
o a otro sitio donde no viera nada que pudiera ponerla nerviosa. Lo malo aún
nos esperaba en la mesa camilla del veterinario, donde la sacaron como si se
tratará de un saco de patatas, sacudiéndola para sacarla del trasportín. Yo me
quedaba sorprendida y no decía nada, pero me disgustaba.
Al verla saltar de la
mesa y bufar buscando un sitio por donde
salir, se armaron de toallas para cogerla, yo muda e inerte. Me recuperé pronto
por el bienestar de Inka, le hablé y se dejó coger por mí. Yo también usé una
toalla, en esas circunstancias no sabía cómo podía reaccionar. La dejé en la
mesa camilla sujetándola para que le pusieran la vacuna.
En otras ocasiones el
veterinario la atendía con guantes gruesos y los ayudantes armados de toallas
para sujetarla y la pinchaban. En una ocasión se les dobló la aguja, yo
observaba y no decía nada. Qué mal lo pasaba. Hasta que un día les dije: —traer
a Inka de por si me cuesta, encima tengo que verles con miedo—seguí
hablando—,—no la tratáis bien, yo la sujetaré, déjenla en el trasportín, ahí se
siente segura.
En esta ocasión la cosa
era más complicada, tenía que dejar a Inka,
iban a anestesiarla y hacerle radiografías en la pata, me dolía dejarla
sabía que lo pasaría mal y ellos también.
Volví por la tarde, no
era nada serio, se había rasgado las uñas y con un poco de betadine diluido
en agua se curaría. La curas se las
hacía yo todos los días.
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Antonio Gaudí
“La creación prosigue incesantemente a través del hombre. Pero, el hombre no crea, descubre el color que buscan las leyes de la naturaleza para bajar su ser de la nueva obra son colaboraciones del creador. Quién copia no colabora, porque, la originalidad consiste en retornar a los origines.”
“Cuando las formas son más perfectas, exigen menos adornos”
“La imitación de los estilos implica necesariamente una decoración superflua, los estilos simples, al contrario, tienen una buena estructura”.
“La elegancia es hermana de la pobreza, pero no se debe confundir la pobreza con la miseria.”
“La cualidad ideal del la obra de arte es la armonía, que en el arte plástica nace de la luz que decora y da relieve. La arquitectura es la disposición de la luz”
- Gaudí