
Una mujer positiva es capaz de resolver las situaciones y obstáculos que le presenta la vida de una manera satisfactoria. Es quien tiende a comprender al otro y entender los porqués de los que el otro hace, sin olvidarse de su propio lugar”. Están quienes ven la vida color esperanza desde que son pequeños y quienes, tras haber experimentado un dolor profundo, aprendieron a vivir con más optimismo. Cualquiera sea el camino, lo cierto es que una vez conquistado el reino de la satisfacción, nadie quiere volver de allí. Por supuesto, llegar no es tarea fácil. Tampoco es difícil. Es sólo cuestión de perseverancia y fuerza de voluntad. “La aceptación tiene que ver con mirar la escena lo más completa posible quién soy yo por dentro, mis emociones, pensamientos, valores, cuáles son mis circunstancias, el ambiente geopolítico, social y cultural del que formo parte, mi contexto familiar, los lazos que formo. Al tener una mirada completa de quién soy yo y quién es el otro, tengo que hacer algo por las cosas que no puedo cambiar, pero también debo dejar que sigan su curso y ser testigo de cómo suceden esos procesos” Eso sí, no hay que confundir aceptación con resignación. El límite puede ser delgado para quienes todavía siguen aferrados a aquello que se les escapa de las manos. Por eso, lo fundamental es el desapego. ”Para cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestros deseos. No renunciamos a la intención ni al deseo; renunciamos al interés por el resultado”. Si lo logramos, la fina línea que alguna vez separó a la aceptación de la resignación será cada vez más gruesa. “La resignación tiene un componente de pérdida; miro la falta, las cosas no son como quiero y me enojo con eso. La persona resignada esta instalada en el dolor, se quedó mirando la pérdida y aparentemente lo acepta, pero tiene amargura y desesperanza, pero que las cosas no pueden cambiar. Su frase es ¿Qué quieres que haga?”. En cambio, el que acepta ve el obstáculo y lo que no salió según expectativas, pero puede seguir adelante. La genética condiciona el temperamento de las personas, pero el carácter se modela a lo largo de la vida, como consecuencia de las experiencias, trabajos y aprendizajes adquiridos
Me parece una publicación muy buena, sobre todo cargado de realismo. Sinceramente te felicito por sacar publicaciones tan buenas y llenas de contenido.
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