Carta de la semana de la revista XL Semanal

Me ha parecido muy interesante lo que en ella se dice, quiero compartirla con los que me siguen en el blog.

La carta dice los siguiente:

La recuperación, la tan ansiada recuperación, dicen, está llamando a la puerta. Las grandes empresas del IBEX  obtienen jugosos beneficios (en proyectos fuera de España).  Los bancos van saneando sus cuentas (comprando deuda a precio de saldo y sin prestar un euro).

Los inversores extranjeros regresan (buscando chollos). La compraventa de viviendas se recupera. El paro disminuye (aunque también el número de cotizantes). Mientras tanto, el 30 por ciento de los negocios familiares continúan cerrados. La contratación no se concibe sino a través de una ETT. La edad de jubilación deja de tener sentido, salvo para el reducto de trabajadores fijos (especie en extinción). Un mayor de 40 años no trabajará, ni en sectores marginales, mientras haya jóvenes deseando hacerlo. Las empresas históricas siguen cerrando y se pierden miles de puestos de trabajo fijo todos los meses (Panrico, Fagor…). Los mejores emigran. Cuatro millones de los actuales parados no trabajarán en su vida… ¿Sabemos adónde vamos? ¿No es aterradora esta situación.

Esta carta es de J Fernando Carretero y a mi me parece que retrata la realidad muy bien.

Y ahora voy a continuar con otra de la misma revista y que va muy en la línea de la otra.

Nos habla sobre la Rapacidad.

Nos dice; una hermosa palabra del castellano para designar una fea cosa que denuncian muchas de las cartas que recibe esta revista. Por ejemplo; la que habla con amarga lucidez del suelo en que se asienta la corrupción, y que no es otro que el interés, el miedo y la perversión de las reglas que los corruptos encuentra entre sus conciudadanos. Pero también hay rapacidad tras los petroleros que navegan en precario exponiéndonos a todos al chapapote (y si se da mal , untándonos con él), o en quienes cada vez retribuyen menos a los que trabajan y esperan que desde esa indigencia encima consuman. O en esas manos largas que, como otro lector señala, son las de demasiados, cada uno metiendo la suya donde puede: en el saco grande desde la poltrona, en el pequeño con la conexión a Internet. Y así vamos.

Las Infusiones

Aunque muchos crean lo contrario, las infusiones tienen un gran poder curativo. Aprovecha las propiedades de éstas.

Soy una gran defensora de las infusiones, a las cuales recurro antes que a las medicinas. Esto no quiere decir que las desdeñe o menosprecie, ya que en ocasiones no queda más remedio, y he de decir más, la medicina salvo mi vida.

Por supuesto se cuándo debo recurrir a ellas, un ejemplo, con una indigestión, tengo la sana costumbre de prepararme una infusión de manzanilla, la cual dejo reposar diez minutos. El reposo es fundamental para las infusiones.

Siempre me ha dado  buenos resultados, ya que la indigestión mientras no se mueve el vientre es muy mala e incluso puede causar la muerte. Y la manzanilla puede producir que bien vayas al baño o tengas que vomitar y seguro que luego te sientes mejor, sino fuera así otra manzanilla compone el cuerpo.

A muchos les puede parecer ignorancia, para mi es sabiduría de nuestros ancestros y que aun sgue perdurando en muchas personas.

Muchas medicinas, por no decir todas son hechas de plantas. Las farmacéuticas extrtaen el principal de la planta y luego mezclan con productos para conseguir varios efectos: duración del medicamento, potenciar su efecto… 

Para los resfriados y también gripes; una buena infusión de tomillo para infusión con miel y limón. Veréis el alivio que esta infusión produce.