Los valores reflejan la personalidad de los individuos y son la expresión del tono cultural, moral, afectivo, social y espiritual, marcado por la familia, la escuela, las instituciones y la sociedad en que nos ha tocado vivir.
Los valores son necesarios sin lugar a duda. Los valores son como pautas, guías o caminos que marcan las directrices de una conducta coherente. Ellos, los valores nos permiten encontrar sentido a lo que hacemos , responsabilizarnos de nuestros actos, tomar decisiones con serenidad y coherencia, resolver los conflictos personales, familiares y de relación humana y definir los objetivos de la propia vida con claridad.
Los valores auténticos nos ayudan a entendernos a nosotros mismos, a amarnos y al mismo tiempo a entender y amar a los demás. Dan sentido a nuestra vida y facilitan la relación madura y equilibrada con el entorno, con nuestro mundo y con las personas, acontecimientos y cosas, de forma integrada proporcionándonos equilibrio y paz.
La carencia de un sistema de valores bien definido, sentido, aceptado y estructurado con buen criterio, instalara al sujeto en la indefinición y en la duda, dejándole a disposición de criterios y pautas ajenas.
Hay varios tipos de valores.
Valores Terminales, mas abstractos y universales, bien sean centrados en la propia persona (intrapersonales) o en los demás (interpersonales), como la autoestima, la libertad, la igualdad, la realización o la amistad…
Valores Instrumentales, que se refieren al aprecio e inclinación que mostramos por determinadas formas de conductas como la honradez, la magnanimidad, el ser afectuoso, el ser educado, el ser responsable.
Y aquí os dejo el tema, para que penséis sobre ellos, y si queréis saber algo mas podéis manifestármelo y ampliare el contenido.
Esta publicación la saque del libro de los valores de Bernabé Tierno Jiménez, un psicólogo, escritor y pedagogo, que junto con Jorge Bucay, son para mí los que se expresan con mayor claridad, a los dos los admiro.
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